La Solana. Pueblo para escritores.

     España no es país para escritores. Hace falta ser un literato consagrado para poder vivir de las letras o, en su defecto, formar parte de la farándula patria. El caso es que entre IVAs, piratería, desprestigio y devaluación de la cultura y demás circunstancias que cada cual capea como puede, nuestro país no es el mejor para dedicarse a esto. Estamos muy lejos de Noruega. 

     Sin embargo, no quiero ponerme en plan derrotista sino todo lo contrario. ¿Por qué? Porque tengo la inmensa suerte de vivir en un pueblo donde sí se fomenta la escritura. 

     Ser autor novel y auto publicado, como es mi caso, significa embarcarse en una aventura llena de incertidumbres, dificultades y obstáculos; una aventura en la que pocas veces eres profeta en tu tierra. Pues bien, esto no ocurre en La Solana.

     El Ayuntamiento, a través del área de cultura, da todas las facilidades a los que nos dedicamos en mayor o menor medida a esto de escribir, además de poner a nuestra disposición una serie de herramientas que resultan muy útiles. 
Herramientas como, por ejemplo, el servicio de publicaciones de La Solana, un servicio mediante el cual cualquier autor solanero o que escriba algo relacionado con La Solana puede publicar con una editorial de manera gratuita. Evidentemente asumiendo una serie de condiciones y pasando cierto criterio de calidad (no publican cualquier cosa).

     Además, tanto si publicas con este servicio como si lo haces con otra editorial o por tu cuenta, el Ayuntamiento y la biblioteca pública ponen los medios materiales y humanos para promocionar y dar visibilidad a tu obra en La Solana. 
Existe en la biblioteca una sección local, la cual recoge todos los libros de autores solaneros o cuyas obras estén relacionadas con La Solana, desde cronistas a autores de ficción pasando por ensayos y artículos periodísticos. 
La biblioteca también cede sus espacios para presentaciones y actos de lectura, contando con un club muy activo en este sentido. Puedo asegurar por experiencia propia que la biblioteca siempre va a tenderte dos manos cuando necesites ayuda, desde consejos y orientación hasta, como digo, espacios y personal para presentaciones. 

     Desde el Ayuntamiento se llevan a cabo una serie de acciones para promocionar a autores que resultan muy útiles y eficientes, desde la cesión de espacios (presenté mi segunda novela en el palacio Don Diego) hasta la colaboración de los miembros de su corporación (el Alcalde me acompañó en las dos presentaciones y miembros tanto del Ayuntamiento como de la biblioteca se sumaron a los actos). Se adquieren varios ejemplares para su distribución en biblioteca, colegios e institutos, lo cual se traduce en más difusión sin que ello suponga un desembolso elevado para las arcas municipales (los libros comprados no llegan a la veintena). Y, por si fuera poco, el área de cultura ha creado “La semana de las letras” que, coincidiendo con el día del libro, aglutina una serie de presentaciones de autores locales y que culmina con el reconocimiento institucional a dichos autores. Para mí fue un honor y un privilegio compartir el primero de ellos con mis compañeros y compañeras. 

     Los medios de comunicación, tanto públicos como privados, locales y regionales, se hacen eco de estas noticias, permitiéndonos llegar a un mayor número de potenciales lectores. He tenido el placer de participar en varias tertulias y entrevistas, con la consiguiente repercusión. Sinceramente es una alegría que cualquiera de estos medios te llame para interesarse por tu faceta de escritor.

     Por último, y creo que es lo más importante, destacar la implicación de mis vecinos y vecinas. Todas estas actividades quedarían en nada si la gente no respondiera. Y responde. He sentido su cariño y apoyo a cada paso que he dado.

     En definitiva, puede que España no sea país para escritores, pero La Solana, mi pueblo, es un oasis en el que tengo la suerte de vivir. Y estoy seguro que habrá muchas otras localidades que también fomenten su cultura. No hacen falta muchos medios económicos que castiguen las ya castigadas arcas; la voluntad, las ganas y el ingenio han conseguido que en La Solana, los autores nos sintamos queridos y respaldados. Somos profetas en nuestra tierra y no hay mejor sitio donde empezar una carrera que en tu propia casa, así sabes dónde tienes que volver cuando te sientas perdido. 


     Desde aquí, mi agradecimiento a las personas que hicieron posible todo lo que aquí he reflejado. 

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